La DGT y Sanidad planean retirar el carné a conductores alcohólicos hasta que superen su adicción
1 mes ago · Updated 2 meses ago
La Dirección General de Tráfico (DGT), el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han unido fuerzas en un ambicioso proyecto para retirar el carné de conducir a aquellos conductores que presenten problemas de alcoholismo y reincidan en su consumo, hasta que logren rehabilitarse. Esta medida busca reducir el número de accidentes de tráfico vinculados al abuso de alcohol, añadiendo un enfoque de salud pública al problema.
Condiciones para la retirada del carné
El Reglamento de Conductores ya establece que la dependencia del alcohol incapacita a una persona para conducir, y ahora se pretende aplicar esta normativa de manera más estricta. Según Álvaro Gómez, director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, la iniciativa plantea que a los conductores con una alta reincidencia y un diagnóstico de adicción se les retire el permiso de conducir de forma condicionada. Esto significa que, para poder recuperar el carné, deberán someterse a un tratamiento de rehabilitación y superar los controles pertinentes que aseguren su aptitud para volver a la carretera.
Proyecto de largo plazo y colaboración con las comunidades autónomas
Gómez indicó que el proyecto, que se desarrollará a medio y largo plazo, se está diseñando en colaboración con las comunidades autónomas. Este esfuerzo conjunto resulta fundamental para garantizar la implementación de un sistema eficaz y equitativo en todo el territorio español. Además, se contempla la creación de protocolos en los Centros de Reconocimiento de Conductores para detectar adicciones de forma más exhaustiva. “Esto es ir un paso más allá”, afirmó el director tras su participación en un evento de la Fundación Mapfre sobre seguridad vial.
La tasa de alcoholemia: hacia una reducción en conductores profesionales
Dentro del marco de esta iniciativa, la DGT también está evaluando reducir la tasa de alcoholemia permitida para conductores profesionales a 0,10 mg/l, lo que representaría un endurecimiento significativo de la normativa actual. Esta medida responde a recomendaciones del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte, y busca reducir el número de accidentes relacionados con el consumo de alcohol en conductores profesionales, un sector en el que se exige una responsabilidad y seguridad aún mayor.
Inspiración en países con baja mortalidad vial
La DGT ha puesto el foco en ejemplos de países como Noruega y Suecia, donde la tasa de mortalidad por accidentes de tráfico es de las más bajas a nivel mundial. En estos países, la tasa de alcoholemia máxima permitida es de solo 0,2 gramos por litro de sangre, una cifra considerablemente inferior a la permitida en España. La DGT considera que adoptar políticas similares podría contribuir a una disminución significativa de la siniestralidad en las carreteras españolas.
Un proyecto que incorpora un enfoque rehabilitador
La Dirección General de Tráfico subraya que esta medida no solo busca castigar a los conductores reincidentes, sino también ofrecerles la posibilidad de rehabilitarse y recuperar su carné. “Es importante castigar, pero también dar una oportunidad de recuperación”, señaló Gómez, en relación con el carácter rehabilitador del proyecto. El objetivo final es, por tanto, garantizar la seguridad vial mientras se atienden las necesidades de salud de aquellos que sufren adicción al alcohol.
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